"PATEANDO" POR LA PATAGONIA

Volamos hasta El Calafate, un pueblo situado en la Patagonia y por donde pasan la mayoría de viajeros que visitan la zona.


Lo primero que nos ha llamado la atención es el paisaje, ya que el pueblo está rodeado por una zona de estepa, casi desértica con muy poca vegetación y un inmenso río con pronunciadas curvas.


 
Junto al pueblo está situado el Parque Nacional de los glaciares, formados por 3 glaciares principales (Perito Moreno, Ubsala y Viedma) y que a su vez forma parte del Campo de Hielo Patagónico. es decir, una extensión de hielo de 13.000 km2 (casi la misma que la provincia de Sevilla) y que constituye la tercera masa de hielo de la tierra (después de la Antartida y Groenlandia). 

 



Esta zona está llena de glaciares (unos 80) que desembocan en el Pacífico (son los de Chile) o en el Atlántico (los de Argentina). Un glaciar es una gran masa de hielo cuya base es agua y piedra, lo que hace se desplace hacia adelante (como un gran río de hielo); debido a los cambios de presión tiene grietas y diferentes tonalidades de blanco y azul.

Cuando uno llega hasta aquí piensa que tanto hielo se debe a que estamos a latitudes bajas o a mucha altitud por lo que  hace mucho frío, y no es así, ya que la latitud de esta zona se corresponde con la que tiene Londres en el hemisferio Norte y la altitud de la zona es baja, algunos lagos están al nivel del mar....entonces ¿por qué hay tanto hielo?, la respuesta está en el viento, ya que la zona es muy ventosa lo que hace que bajen las temperaturas, aunque nosotros hemos tenido suerte y estos días ha estado en calma.

El primer día hemos visitado el famoso glaciar Perito Moreno, que no es el más grande, pero sí el más famoso ya que es muy accesible y además es de los que más avanza (unos 2 mtrs diarios)
Así que hemos comenzado con una navegación que nos acercó hasta el glaciar y luego nos hemos ido a una zona de pasarelas que tienen acondicionadas para que puedas verlo desde en frente.





 


Las imágenes son espectaculares mezclando hielos blancos, celestes y azules y encima está todo en contínuo movimiento, por lo que van cayendo trozos de hielo desde lo alto de las paredes (algunas de más de 70 metros), formando un estruendoso ruido y haciendo que se te encoja el corazón,....de nuevo (y aunque suene repetitivo)...immmmpresionante!!!, naturaleza en estado puro. (en toda nuestra vida no habíamos visto tanto documentales de la 2..jeje)

Por la tarde, cogemos un bus de 3 horas que nos lleva hasta el Chaltén, un pequeño pueblo situado en mitad de la Patagonia y que según ellos, es la capital del trekking argentino, y la verdad es que puede serlo, porque la rutas de aquí son increíbles. Desde este pueblo se puede acceder al Cerro Torres y al pico Fizt Roy (o pico Chaltén según los indígenas), considerados por muchos como las montañas más bonitas del mundo y por otros como las más difíciles de acceder, sobre todo la primera, debido a la pared de 800 mtrs que es todo un reto para los mejores escaladores.

El primer día decidimos hacer la ruta a Laguna Torre, un trekking de 22 kms (ida y vuelta) desde donde puedes ver el famoso Cerro Torre, y el campo base desde donde se ataca.
No tenemos mucha suerte con el tiempo, ya que está nublado y llueve un poco, así que no podemos ver la cima, por lo que hay que conformarse con un bonito paseo y la laguna que hay rodeada de glaciares.




De vuelta al pueblo, nos encontramos con una "Jineteada", un rodeo argentino, en el que los jinetes vestidos con ropas típicas intentan mantenerse en lo alto de caballos salvajes hasta que toque la campana sino los tiran antes, todo está amenizado por un orador y un cantautor que narran las hazañas al ritmo de su guitarra. El ambiente es muy curioso, lleno de chiringuitos en los que probamos el tradicional "asado de capón".


            

 
 


Siguiente día también amanece nublado, por lo que cambiamos de planes y nos vamos a hacer el Ice Trek, "pá" los españoles, andar sobre el glaciar. Accedemos al glaciar Viedma, el más grande de Argentina unos 900 kms de largo, en barco. Allí disfrutamos la experiencia de andar sobre un glaciar y ver lo que hay dentro de él.

Tercer y último día, amanece todo despejado!!!! No nos lo creíamos, podíamos ver desde el pueblo todos los picos, así que había que aprovecharlo. 







Comenzamos muy temprano haciendo la ruta que teníamos pensada hasta la Laguna de Los tres, en la base del Fitz Roy, el largo camino no nos defraudó ya que tuvimos vistas magestuosas de los picos en forma de agujas gigantescas, a la vuelta y acelerando el paso decidimos quitarnos nuestra "espinita clavada", y vamos a ver el Cerro Torres y su laguna totalmente despejados, algo que nos encantó. Concluimos después de 9 horas y más de 40 kms de subidas y bajadas, cansados pero muuuuuy contentos.