Los fiordos han sido formados por glaciares y bloques de hielo, que entrando desde el mar, han rajado las montañas, dando lugar a unos paisajes alucinantes.
Nos despedimos de Dunedin, visitando la Balwich Street, o lo que el lo
mismo la calle más empinada del mundo, según el libro Guiness, y en la
que Dani tuvo la feliz idea de subir corriendo hasta arriba...y si por
pocas... le da un pallá...jejejeTambién fuimos a Clair Beach, la playa surfera de la zona en la que era imposible bañarse ese día.
Tras 4 horas y media de viaje, por carreteras muy bonitas (en cualquier
otro país serían paisajísticas), llegamos a Te Anau, un pueblecito que
es el inicio de los fiordos neozelandeses, desde allí hemos partido
hasta el famoso Mildfor Sound o Piopiotahi,...aquí todos los lugares
mantienen su nombre maorí, que son los aborígenes de la NZ.
Las 2 horas y media de viaje han sido espectaculares!!!!...como dicen aquí es imposible hacerla sin pararte a contemplar las vistas y antes de hacer un foto, es muy fácil que se te escape algún "joé!!!".
En mitad del camino hemos realizado un pequeño trekking, que nos ha subido al pico Key..con vistas de 360º...nuestra felicidad ha sido mayor, ya que hemos tenido muy buen tiempo, algo bastante raro en estas latitudes.
Continuamos la marcha, desde Te Anau hasta Queentown, la capital mundial
de los deportes de aventura, donde puedes encontrar todo tipo de
actividades relacionadas con la naturaleza puenting (aquí se hizo el
primero comercial en 1987), parapente, paracaidísmo, cañones..e incluso
algunos que no habíamos escuchado nunca... 
Nosotros nos consolaremos con hacer trekking, bici y kayak en los
próximos días...si el tiempo nos lo permite.
Parada en Kington para ver un tren de 1880 con máquina de vapor que
funcionaba...según Loli el hermano de la Barbie de Guadix.
Siguiente parada Glenorchy y Kinloch, junto al lado Wakatipu, donde se
rodaron algunas escenas de peliculas... y donde
decidimos quedarnos a dormir...lo mejor de todo esto ha sido levantarnos
por la mañana y poder lavarnos la cara en el lago...que tiene un agua
tan clara que se transparentan hasta las piedras...
Nos llama la atención que los bordes de las carretera están llenos de buzones de correo, que aquí están personalizados según el dueño de la casa, vimos ordenadores, cafetera, zapatillas de deporte, neveras de playa y hasta un grifo de cerveza...que seguro más de uno diríais...ese es el mío!!!!....
Ahora os escribimos desde Wakana, un pueblecito que para variar está a la orilla de un enorme y preciosos lago.
Ahhhh!!! Si véis el de la foto avisadme, que me ha dejado con la furgo y tenemos que irnos hacia el glaciar Franz Joseph...
Extraordinario país ése en el que estáis. ¡Qué maravilla de paisaje!. No imaginaba que N Zelanda fuera tan montañosa y verde. Y, ¡esperad a ver la isla del norte...! Además, las ciudades como Wellington y Auckland tienen pinta de tener un cierto empaque. No es extraño que hayáis decidido quedaros por esas tierras muchos días. Viendo lo que se aprecia por satélite y la información que de ese país se da, estoy seguro de que cada día viviréis una aventura novedosa y agradable, aunque el cerebro sea incapaz de procesar tanta información procedente de los innumerables focos de atención.
ResponderEliminarAgradecemos mucho vuestra cortesía de tenernos informados sobre vuestros itinerarios y vivencias personales. De alguna manera, viajamos con vosotros, y os tenemos presentes cada día.
Pues, ¡que siga la aventura..!
Un abrazo para los dos. Pedro