UN DIA INTENSO

 

En el tercer día de tour, entramos al parque Eduardo Avaroa, y comprendemos por qué mucha gente nos recomendó no sólo visitar el Salar sino también el Parque.


 

Nos levantamos a las 4 de la mañana rodeados de nieve y desierto, y comenzamos la ruta de noche, para llegar hasta la zona de Geyseres donde vemos amanecer. Una zona situada a 5000 mtrs de altitud (la máxima que alcanzamos!!), donde sale humo y vapor de agua de la arena del desierto.

                                  

 








Tras recorrer paisajes espectaculares, llegamos a la zona de aguas termales, donde hacía mucho frío, pero tras dudarlo un poco nos metemos en el agua que está muy calentita y disfrutamos del baño, rodeados de lagunas, flamencos y volcanes nevados.

Seguimos el viaje y cruzamos el desierto de Salvador Dali, un desierto de arena, con algunas rocas esporádicas que nos recuerdan contínuamente a los cuadros del pintor.


                                  


Llegamos a la Laguna Verde y Laguna Blanca, 2 lagunas juntas que impresionan por la diferencia de color entre una y otra.
Sobre ellas se alzan el volcán Huriqués (de 5800 mtrs) y el Licancabur (de casi 6000mtrs) y que es el más alto de la zona.

Cruzamos la frontera de Bolivia y Chile, y tras un recorrido en bus de 40 kms donde comenzamos a descender a 2500 mtrs, llegamos a San Pedro de Atacama al Norte de Chile, éste es un pueblo pequeño, que parece salido de una película del Oeste.



Recorremos sus polvorientas calles y su iglesia construida con madera, cactus y cuero de piel de llama.










 

Decidimos alquilar unas bicis junto a Mat y Johanna, 2 amigos que conocimos en el tour, para visitar el Valle de la Luna.









El Valle de la Luna forma parte del desierto de Atacama, el lugar donde menos llueve de la tierra. 




 




Este Valle de piedra, arena y sal está considerado como uno de los lugares más inhóspitos de la tierra, ya que no hay absolutamente nada de vida animal ni vegetal....además como su nombre indica parece la superficie de la Luna.




Cogemos nuestras reventadas bicis y realizamos un recorrido de unos 42 kms (de ida y vuelta), cruzando el valle, hasta llegar a las 3 Marías, 3 piedras de más de un millón de años que han sido esculpidas por el viento.

Pasamos por el anfiteatro, una cordillera de sal, donde las rocas se han plegado por movimientos terrestres dando la sensación de un acordeón gigante.

                                    

Si el Salar de Uyuni, nos sorprendió por las maravillas desconocidas de la naturaleza, también lo ha hecho el Valle de la Luna, en el que al girar la cabeza, podías ver a un lado un inmenso desierto de dunas de arena y al otro, un desierto de rocas cubiertas con una manto de sal....alunazante!!!!...jeje

 Terminamos el día viendo atardecer sobre la Duna Mayor, y haciendo nuestro recorrido nocturno de vuelta en bici hasta San Pedro (no de Alcántara sino de Atacama..jeje) donde cenamos y nos damos cuenta que hemos vivido "Un intenso día"