Así que desde hace un tiempo decidimos incluirlo en nuestra ruta.
Cruzamos la frontera de Perú y Bolivia a pie, y nos encontramos con gente que bailaba por la calle con música......era la noche de Carnaval!!
Vamos a la parada de mini-buses y no hay ninguno....era la noche de Carnaval!!
Al final nos metemos en un mini bus al más puro estilo local, es decir, donde caben 8 personas ibamos 12, y comenzamos un viaje de casi 3 horas por una carretera muy oscura, con muchos baches y llena de gente disfrazada por todos lados que caminaban y bailaban en el filo.....era la noche de Carnaval!!
Conseguimos llegar a La Paz, la capital más alta del mundo, a 3600 mtrs de altitud, una ciudad que no es muy bonita, pero que puede llegar a tener su encanto si se le busca.
Paseamos por sus calles, conocemos sus plazas, y subimos al mirador más alto de la ciudad, donde notamos como nos falta el aire y vemos cómo la ciudad está metida en un canón muy grande.
Por la noche, hacemos un viaje de 13 horas en autobús, y por fin llegamos a Uyuni, un pequeño pueblo por el que parece haber pasado un huracán el día anterior, donde todo está abandonado.
Contratamos una agencia para hacer un tour de 3 días y nos vamos.
Es el desierto de sal más grande del mundo (12.500 kms2), un desierto blanco de sal, que es precioso, especialmente si tienes suerte (nosotros la tuvimos) y ha llovido los día antes, ya que eso dará lugar a una capa de agua sobre la sal, que parece un espejo gigante en el que se reflejan todas las montañas, las nubes, los coches y todo lo que esté por allí.
En el salar, da la sensación de que todo flota, y de que no existe el suelo.
Comimos carne de llama y nos explicaron porqué llevan una especie de pendientes como ofrenda a la Pachamama.
Primera parada en el Valle de las Rocas, donde vemos rocas de muchas formas y donde si dabas rienda suelta a tu imaginación (sobretodo Loli) veías todo tipo de animales.
Cuando llevamos unas 2 horas de viaje, nuestro coche se estropea y no tiene arreglo, así que estamos parados en mitad del desierto, comienza a anochecer y a llover, pero al instante llega otro coche que de casualidad va vacío y nos recoge llevandonos hasta nuestro "refugio" en Villa Alota, donde cenamos con nuestro grupo y pasamos la noche.
Visitamos muchas lagunas volcánicas como las lagunas Chulluncani, la Hedionda y la Onda, todas muy bonitas y que van cambiando de color dependiendo de los minerales que estén disueltos en ellas.
Parada en el desierto para ver el árbol de piedra.
Terminamos el día visitando la Laguna Roja, un lugar de ensueño, ya que es una laguna de aguas rojas, llena de flamencos y rodeada de volcanes nevados...de nuevo...immmmmpresionante!!!
Y como véis seguimos saltando de alegría por donde vamos!!!
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